La violinista japonesa Midori (Osaka, 1971) tenía 11 años cuando deslumbró al público estadounidense como solista en el concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Nueva York. Había empezado a tocar el violín a los cuatro años de la mano de su madre, y el director de orquesta Zubin Mehta le abrió las puertas del mundo profesional desde Nueva York, ciudad en la que vive y donde perfeccionó su técnica en la Juilliard School.
Han pasado ya más de 20 años desde ese debut y Midori sigue siendo una intérprete de referencia obligada en el mundo de los mejores violinistas.
Su aspecto frágil y su timidez desaparecen cuando empuña en su escenario su Guarnerius del Gesù de 1734, que lleva tocando con todo su cuerpo -'si no lo hiciera así no tendría la suficiente fuerza para tocarlo', dice- desde que tenía 10 años y con el que ha recorrido las principales salas de conciertos del mundo.

Fuente:www.auditoriomurcia.org

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